¿Tiene tu hijo muchos problemas con la asignatura de matemáticas? No concluyas rápidamente que no se esfuerza lo suficiente. Podría padecer de un trastorno de aprendizaje conocido como discalculia. Esta se define como un problema cerebral que dificulta el aprendizaje de números y símbolos, y la realización de cálculos.
Los números son parte fundamental de las matemáticas. Se ha descubierto que los niños diagnosticados con discalculia tienen serios problemas para entender el significado de los números. Les cuesta trabajo comprender la relación entre las matemáticas y el mundo real. Por ejemplo, es posible que no hallen la relación entre ocho manzanas y el número 8.
Actualmente, se están estudiando las causas de esta condición. Se cree que podría ser hereditaria, ya que es común encontrar varios casos dentro de una misma familia. Si el niño fue prematuro o la madre ingirió alcohol durante su embarazo, hay un riesgo mayor de sufrir esta afección. También se ha examinado el cerebro de los pacientes diagnosticados con este padecimiento y se ha hallado algunas diferencias físicas con respecto al cerebro de otros sin discalculia. Una lesión cerebral o una malformación congénita podrían ser la causa.
Ahora bien, ¿cuáles son las señales de que tu hijo podría padecer discalculia? Son muchos los síntomas y varían dependiendo de su edad. Por ejemplo, a los niños en edad preescolar que presentan este trastorno se les dificulta aprenderse el orden correcto de los números; los jovencitos que cursan la primaria y educación media suelen tener dificultades para resolver problemas matemáticos relativamente sencillos; y para los jóvenes de bachillerato es un reto aplicar las matemáticas a la vida cotidiana en asuntos como el manejo del dinero, realizar mediciones, orientarse con la ayuda de un mapa, etc.
Si tienes razones para pensar que tu hijo padece discalculia, entonces te recomendamos buscar la ayuda de un psicólogo. Este profesional les hará una serie de preguntas. Después procederá a hacer un examen médico, lo que incluye algunos ejercicios, con el fin de comprobar las destrezas del paciente. Si la valoración confirma que el niño, efectivamente, tiene discalculia, entonces el psicólogo propondrá una serie de acciones que deben llevar a cabo tanto los padres como los maestros.
Aun con discalculia, tu niño puede aprender matemáticas y tener una excelente calidad de vida. Solo es cuestión de encontrar el método de enseñanza adecuado.