Con el nombre de claustrofobia se conoce a un trastorno de ansiedad provocado por un miedo irracional a los espacios pequeños, a quedar encerrado, a no poder escapar. Existen numerosas situaciones de la vida cotidiana que pueden desencadenar episodios de claustrofobia como puede ser subir a un avión, a un ascensor o incluso utilizar prendas de vestir de cuello estrecho.
La aparición de esta fobia se puede asociar a una serie de factores, siendo los más destacables los siguientes:
- Reducción del tamaño de la amígdala. El tamaño de la amígdala del cerebro está relacionado con la respuesta de acondicionamiento del miedo, con la creación de una respuesta de huida ante una situación determinada.
- Experiencias traumáticas en la infancia. Durante la infancia pueden tener lugar situaciones que desencadenen en episodios de claustrofobia como puede ser quedarse encerrado en una habitación oscura sin poder encontrar la puerta o el interruptor de la luz, encerrarse en una caja, perderse y no encontrar a los padres, etc.
- Predisposición genética
Cuando se produce un ataque de miedo los principales síntomas que la persona afectada experimenta son sentimientos de inquietud, una ansiedad incontrolable, sudoración, llanto, aumento del pánico, aumento de la frecuencia cardíaca llegando algunas personas incluso a no poder respirar.
Cuando estos episodios tienen lugar la mejor manera de solucionarlo es acudir a un psicologo, para que ayude a determinar la causa de dicho ataque y proporcione los medios para poder hacer frente a dicho miedo de la mejor manera posible.
Uno de los tratamientos más habituales en estos casos es lo que se conoce como terapia cognitiva conductual. El objetivo de esta terapia es conseguir modificar los pensamientos distorsionados que tiene el paciente de una determinada situación que le provoca pánico. Con la ayuda del psicologo el paciente puede llegar a cambiar sus pensamientos consiguiendo hacer frente a situaciones que anteriormente le provocaban pánico. Otra terapia aplicada en estos casos es la denominada terapia de exposición que consiste en una exposición breve e ir aumentando su duración e intensidad a la situación que provoca el miedo.
La ayuda de un psicologo es vital para poder superarla, haciendo posible que los pacientes consigan mayor calidad de vida.