La adolescencia es una época complicada en la que nuestros hijos establecen su personalidad y deben aprender a controlar sus emociones. En muchos casos, sufren ataques de ira con facilidad y, en lugar de proporcionar una respuesta adecuada, pueden faltar al respeto a los padres. En este tipo de situaciones, donde el detonante puede ser una petición simple, como ordenar la habitación, es imprescindible no perder la calma y evitar dejarse arrastrar al intercambio verbal de ataques y amenazas. No obstante, ¿cómo debo proceder si mi hija adolescente siempre está enfadada?
Las faltas de respeto comienzan en el entorno familiar y posteriormente se trasladan al ambiente académico o a otro que exija una interacción social. Nuestra responsabilidad como padres es reducir la situación y mostrar apoyo desde la paciencia, enseñando respeto y autocontrol. Sin embargo, detrás de este comportamiento puede existir alguna clase de desorden o trastorno y, en tal caso, es necesario buscar ayuda psicológica.
¿Qué causa la ira de mi hijo/a adolescente?
El hecho de que estos adolescentes enfadados no puedan controlar las emociones y muestren frustración, o una ira desenfrenada, es un indicio de problemas de impulsividad. Aunque este comportamiento puede estar motivado por adicciones o consumo de sustancias, en muchas situaciones es un reflejo de un trastorno de personalidad, que implica una falta de empatía y conductas antisociales. Además, la irritabilidad puede ser un síntoma de depresión.
¿Cómo actuar ante un adolescente enfadado?
En esta lista, ofrecemos cinco consejos sobre cómo tratar con adolescentes enfadados.
Evita el enfrentamiento
Aunque es fácil responder con ira, es fundamental responder de forma inteligente y usar la inteligencia emocional. Si es necesario, retírate para evitar perder el control y que tu hijo tenga la oportunidad de calmarse. De esta forma, posteriormente, podréis discutir la situación de forma más tranquila.
No uses la violencia
Llegar al daño físico ante una falta de respeto es un tipo de educación que puede traer consecuencias en el futuro de tu hijo. La violencia únicamente enseña a solucionar los problemas con violencia. El respeto y el autocontrol son cualidades imprescindibles que los padres deben transmitir a sus hijos.
Evita el uso de amenazas
Amenazar con castigos exagerados que no podrás cumplir te perjudica a largo plazo. Por tanto, mantén las vías de comunicación abiertas y explica a tu hijo en un momento de calma qué comportamientos son incorrectos y sus posibles consecuencias. En cuanto al castigo, reduce sus privilegios o pasatiempos.
No intentes usar la razón en momentos de estrés
Cuando las emociones están a flor de piel, la lógica y la razón no suelen funcionar. De esta forma, dejarnos llevar por el altercado, añadiendo la frustración por la falta de comunicación, puede provocar el intercambio de palabras que da lugar a arrepentimiento cuando la situación se enfría; el mejor paso en estos casos es retirarse.
Busca ayuda psicológica
Si tu hijo supone un peligro para él mismo o para los demás, busca ayuda psicológica. En un estado más tranquilo, muestra tu preocupación por su comportamiento y explica la necesidad de una ayuda externa.
Si sientes que no eres capaz de encontrar el motivo del problema y te sigues cuestionando «¿por qué mi hija adolescente siempre está enfadada?», no dudes en buscar ayuda psicológica. En nuestro centro trabajamos con varias áreas de intervención y disponemos de varias técnicas novedosas para atender a nuestros clientes.